Eduardo también popularizó la chaqueta Norfolk -una chaqueta recta de caza, con dos pliegues de tabla verticales delante y uno detrás- y el sombrero Homburg -con una corona en canalón y ala estrecha y ondulada-, chandal real madrid así como las rayas del pantalón a los lados en lugar de en el centro. Durante la Restauración, Carlos II introdujo un cambio radical al descartar el jubón y optar por el chaleco, una prenda que sería el origen del traje masculino; se abrochaba con botones en la parte central delantera y se llevaba con un abrigo hasta las rodillas.