Aquí, la alta sociedad tenía predilección por la vida campestre, por lo que buscaban una indumentaria que fuese cómoda para el campo a la vez que elegante. En él, Iglesias hablaba de un grupo de cinco futbolistas que por entonces destacaban en el Castilla Club de Fútbol -filial del Real Madrid C. F.-, y que esa temporada se proclamó campeón de la Segunda División de España siendo el primer y único filial de la historia en conseguirlo.