Se apreciaban mucho los elementos ornamentales, como cenefas, ribetes y bordados. Sus colecciones desbordaban sexualidad, con inspiración en el mundo fetichista, especialmente en el uso de cuero negro, que trabajó como «segunda piel». También portaban numerosos abalorios de materiales preciosos, como oro, plata, bronce, piedras preciosas, marfil, carey, conchas, vidrio y otros, que se usaban para hacer collares, pendientes, diademas, brazaletes, pulseras, chandal madrid anillos y otros accesorios.