Este tipo de vestido se asoció con la elegancia y la sofisticación, y se convirtió en el arquetípico de las fiestas de graduación de las adolescentes estadounidenses, así como uno de los favoritos para vestidos nupciales. Para ello se estrechó el talle a través del corsé y se almidonaron las diferentes partes del vestido. Para compensar la compresión del talle, chandal madrid se llevaban amplios escotes y mangas cortas. Estas faldas creaban amplios pliegues y drapeados, que junto a la decoración de borlas y flecos recordaban a las cortinas domésticas, por lo que fue denominada «moda tapicera».