Indumentaria masculina del siglo XIX: de izquierda a derecha, levita, frac y chaqué. En la década de 1780 fue la moda inglesa la que empezó a triunfar en el continente, una moda cómoda y sencilla de origen rural: los hombres llevaban un frac cortado en ángulo recto y abrochado, con un chaleco corto y pantalones que se introducían en unas altas botas.