Surgida hacia 1360, la hopalanda era una sobrevesta de estructura ancha y abierta por delante, de materiales ricos y muy decorada. En la segunda mitad del siglo XIV estuvo de moda la hopalanda (houppelande), una capa larga de uso tanto masculino como femenino, que podía ser sin mangas o con ellas, siendo entonces de forma acampanada o de saco; solía confeccionarse con telas de distinto color en cada lado del cuerpo (mi-parti).